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E-lecciones


Por: Reina Ramírez

En el marco de las próximas elecciones internas. Nadie se pregunta ¿Qué nos hace pensar que el personaje que creemos vehementemente es la gran solución para solventar los problemas que aquejan nuestro país? Nadie se pregunta incluso ¿por qué la gente vota por tal o cual partido, aun después de que éste los decepcionó en varias ocasiones? No voy a tratar de convencer a nadie, únicamente pienso en voz alta. Ocupamos un oráculo como el que estaba en Delphos (Grecia antigua) y preguntarle a quien debemos elegir como diríamos, “para que lleve las riendas” del país. Ya que en nuestra sociedad, por lo tanto, sea la que sea, y en cualquier época que sea, terminamos escogiendo a los mismos políticos mercaderes. ¿Ingenuidad, complicidad o masoquismo acaso? Que nos mueve a ser tan incautos.


En cuestiones ontológicas sobre el ser humano, Cornelios Castoriadis citaba que el individuo como ser social sólo puede sobrevivir mientras una institución social le dé sentido, un significado valorable a su ser, porque de lo contrario es incapaz de hacerle frente al mundo. Ante nuestros propios ojos vemos pasar a los “elegidos” en tiempos de campaña (tal como está sucediendo) abrazar a una pobre anciana con delantal, estos “lideres” aparecen como iluminados “deslumbrando” con su disque encantadoras palabras rellenas de demagogia, con su practicada y fingida sonrisa visitando aldeas, pueblos, caseríos para tratar de convencer a las masas, al soberano, y conseguir de ellos su voto, para que asistan, para que salgan todos completamente enajenados ese día.


Han escuchado el cuento, el flautista de Hamelín argumentada por los hermanos Grimm. En esta fábula, toda la historia se centra en un flautista con atuendo multicolor, logra controlar, con su música, a los ratones y desaparecerlos para siempre del pueblo. Aquí hay una lección, una moraleja. Al soberano que somos usted y yo, querido lector nos “encantan” con promesas inalcanzables, con sonrisas engañosas “este es el líder” decimos. ¿Cuántas veces hemos expresado esas palabras? Cuando Suazo Córdoba, en la década perdida, cuando Simón Azcona, cuando dio luz verde a las extradiciones, cuando regaló a Mata a cambio de un puñado de dólares, cuando el periodo de Leonardo Callejas el emblema de la corrupción, el que da la entrada al neoliberalismo, cuando Carlos Roberto Reina con su pseudo pensamiento socialista. Cuando Carlos Flores actor intelectual del golpe de Estado de 2009. Etc.


Como soberano ¿hemos aprendido la lección, sí o no? No podemos ser apolíticos, no lo somos nadie lo es, aquí no hay nadie afuera, todos estamos adentro. Tampoco digo que no ejerzamos nuestro derecho exterior de votar, únicamente digo que analicemos muy bien nuestra elección, por ejemplo debemos analizar porque no salimos del agujero en el que está sumergido nuestro país, sea quien sea el líder, debemos conocer la convención social de estos “pecados que venimos arrastrando” una y otra vez, debemos entender que necesitamos cambios y procesos sociales a través de la ideas, darle una resignificación al concepto de sociedad, de soberano.


Hay palabras muy utilizadas en las propagandas que producen en el inconsciente admiración, tales como: nuestro, todos, libres, futuro, cambio, somos.


Amigo lamento decir que después que usted ha depositado su voto no existe dentro del vocabulario del líder electo un “nuestro, todos, libres, futuro, cambio, somos” Apenas se atreve ver de lejos, el hombre borracho, el niño, las señoras con sospecha de no cumplir con el reglamentario habito de aseo, y que despiertan olores fétidos a sudor, a ropa sucia, al contrario son vistos como una amenaza. Y la verdad es que carecemos de memoria, desmeritamos nuestro poder como soberano, desestimamos nuestro derecho a vivir bien, a tener salud, medicinas, educación de calidad, empleo remunerado, tememos a reclamar al gobernante de turno lo que prometió en campaña.


Es por ello que, debemos estar atentos al personaje que “toca la flauta” y que tipo de “música” brinda para no dejarnos encantar. Despertemos de una buena vez leamos y releamos (como decía Zaratustra). Entendamos que el sueño neoliberal es un fracaso mayúsculo, nunca estamos en la altura, siempre estamos en deuda. En vista de lo anterior, amigo date cuenta, que nos pone en evidencia la pobreza irremediable en la que seguimos navegando.


Rodolfo Kush dice acerca de los políticos, que “se lavan el cuello de la camisa para parecer pulcros” porque les horroriza parecerse al soberano, al pueblo. Aprendamos de las lecciones que las décadas de tanta pobreza, ignorancia, sumisión, corrupción, desempleo, femicidio, sectarismo, demagogia, y demás monstruosidades que nos han dejado los “flautistas” de Honduras.

En estas próximas e-lecciones, rescatemos esa “caja negra” (como los aviones) para recordar y no olvidar que somos pueblo, soberano y no conejillos de india, que seguirán manejándonos y alienándonos.




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