Por: Elvia Villarreal De León
Como las gotas del rocío se unen con un fuerte brío, tú eres mío y yo soy tu destino. Nada es superior a lo que brota en tu interior, pues la vida está llena de sabiduría y ella quiso darnos ésta alegría; si ella nos unió, es para hacer las cosas mucho mejor, sin el peso del pasado ni los momentos amargos que hemos soportado.
Tus eres el centro de mi universo, el punto exacto donde se une un canto y un verso; pero esa melodía que escuchas cada día, esto que brota de mi interior, te motiva a ti a ser siempre mejor. Somos el reflejo de la esperanza que el amor une en ésta alianza. Emprendiste tu rumbo con paso peregrino y has llegado a mí, porque yo soy tu destino.
Tú eres mi camino y yo soy tu destino, tú eres mi meta sin atajos ni tretas y seré quien te acompañe y nunca te abandone. Soy quien cree en ti porque tú vives en mí, eres mi luz y yo soy tu sendero. Tu eres lo que yo más quiero, éste amor iluminó un futuro negro, tu vida cambió desde que en ella estoy yo, no sé si será algo terrenal o divino pero cariño mío…
¡Yo soy tu destino!
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México.
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