Por: Tatiana Sánchez
Voy camino por el paso del general Morazán,
este lugar me era desconocido,
ahora lo siento tan familiar,
tan secular,
absurdo, cotidiano.
una ciudad de comerciantes
y alfombras de basura
aun así, es una ciudad de amores y amantes.
Esta es mi nueva ciudad...
donde el diablo vestido de blanco come carne de palomas heridas,
donde el circo del futuro presidente se celebra en las calles
y donde el militar da más lástima que seguridad.
Esta es ya nuestra ciudad
nuestra ciudad con miedo,
nuestra ciudad con mucha hambre,
aquí bebimos de varios amores y licores,
es una ciudad para mí, para vos.
y aquí todos estamos en las profundas fauces
de una ciudad que abandona a los viejos,
que esclaviza niños,
que su único dios es el dinero.
Comments