Por: Euterpe
“Tu norte está aquí”. Realmente es una idea que no expresa nada, tratándose de nuestro país, es una idea infértil. Primeramente analicemos cual es la posición del gobierno, me refiero a sus principales figuras, éstos aseveran con vehemencia que aquí es el paraíso, donde el trabajo está a la vuelta de la esquina y compite con los países de primer mundo, con una economía envidiable. Estos “honorables personajes” alegan que los ciudadanos emigran por influencias de un partido político opositor y de este modo dejar “mal parado” a “los que lideran” al país.
En una ocasión leí un cuento acerca de cinco guisantes que estaban encerrados en una vaina, y como ellos eran verdes y la vaina era verde, también, creían que el mundo era verde. Que quiero decir con esto, que nuestro máximo gobernante con su vasto sequito juran a los cuatro vientos que “Honduras está cambiando” y en el país ha disminuido la criminalidad, el analfabetismo, se ha vencido el narcotráfico, feminicidio ¡¡¡ooohhhh!!! Estamos en el país de” nunca jamás” donde solo hay riachuelos y verdes prados… un momento… elimino verdes prados porque éstos ya fueron vendidos a las concesionarias. Estimados lectores ni aunque usted se lleve a los ojos un pedazo de papel tornasol, verá a Honduras de hermosos colores y con caras felices. No, es así la cuestión. Aquí la única vaina que existe es la del terror y miedo. Hemos caído en las garras del crimen, de la impunidad, de la miseria, de la indigencia, de la alta deserción escolar, de la corrupción, éste es nuestro verdadero muro. Un país donde reinan los embaucadores consumados, y el mayor de ellos está sentado en la silla presidencial.
No quiero un país verde, ni amarillo, solo quiero un país justo, que haya comida en la mesa de los hogares, que los niños acudan masivamente a las escuelas, sin distinción alguna, y que mis compatriotas y yo podamos caminar con libertad y completa seguridad en las calles, donde haya leyes transparentes cuyo principal fin sea el de proteger y salvaguardar a sus ciudadanos. Y mientras eso ocurra, que carajos hacemos. “Tu norte está aquí”. Un norte que ni el diablo quiere.
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