Por: Tatiana Sánchez
Las calles son tan frías
Y mientras cae la noche se inundan de soledad;
Avanza la noche,
El sonido del estruendoso silencio se deja oír.
Nadie camina, nadie transita
Y hasta los espantos mitológicos temen salir,
Ya no se habla de ver a la “sucia Walsinse” en los ríos
-Teme le acribillen por sorpresa y forme parte de los femicidios hoy tan frecuentes-
Ni a la “carreta chillona” a orillas de las calles
-No quiere le roben sus caballos-
Mucho menos la ya pasada de moda “taconuda”
-No se sabe en qué momento la suben a una camioneta negra y no regrese-
Creo todos temen a esta perra delincuencia.
Y ellos como nosotros, como nuestros padres y abuelos dirían:
“antes se podía –asustar- tranquilos, andar de noche y no temíamos a nada”
Pobres espantos folklóricos
Ustedes, como muchos de nosotros no tenemos seguros de vida,
Y así nos aventuramos cada día a cumplir nuestro rol.
Ustedes, -lo siento mis queridos espantos-
Pobres de ustedes
Ni al campo santo pueden ir,
Están atestados de tanto drogo, pandillero y
Profanadores de tumbas.
¿Qué les podremos decir nosotros?
-Nosotros los simples mortales-
Nosotros, también vivimos con miedo…
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