Por: Euterpe
Nota al lector
No hay nada mejor que la justicia, Aristóteles decía: “La Justicia sólo puede ser igual entre iguales” Aplicar igualdades entre desiguales es tan erróneo como considerar diferentes a los iguales, y vicia el más fundamental espíritu de la Justicia.
¿Algún día el femicidio menguará en nuestro país? ¿Hay esperanza? Yo diría que la esperanza es un rocío que se respira en la promesa del mañana. Un breve pero sincero homenaje a las que la sociedad las denomina: mujeres niñas, mujeres amantes, mujeres sometidas, mujeres de la vida alegre, mujeres heroínas; yo diría que no hay tales mujeres, únicamente mujeres, que ya no están y que su sangre clama justicia.
Ocaso
Al caer el día, cayó el hambre,
hambre de sed, de justicia, de esperanza
cayó una mujer, que importa
cayeron antes, caen ahora
y seguirán cayendo, dicen unos
esos, que cayeron un día, si cayeron
cuando los compro la corrupción,
e infló sus billeteras, sus cuentas bancarias
pero sus conciencias están en números rojos,
cayó la educación, que importa dicen unos
sí, los que cayeron un día cuando vendieron
nuestra tierra, su tierra.
Cayó un país, cayó tu alma
Callo tu voz, pero ésta germino en
la tierra que es nuestra madre y que se niega
a caer, sigue viva, esperando que no caigas
y si caes, que sea por haber dejado caer a
los cuatro vientos, tu voz y tu fuerza.
Euterpe
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