Por: Elvia Villarreal De León
Me haces falta cuando llega a saludarme el alba, cuando deseo un beso y un " hola mi amor, buen día " pero sólo me acompaña el silencio de las nubes que veo en la lejanía, sintiéndolas tan cercanas, tan bellas y livianas, pero están demasiado lejanas, cómo lo estás tu de mis sábanas.
Me haces falta cuando surge cualquier imprevisto o cuando todo sucede cómo el destino lo ha escrito, siento tu ausencia en cada momento, en cada alegría o sufrimiento, en cada risa o enfado, en la vigilia o en el letargo, en cada instante vivido, pero te aseguro que nunca estás en el olvido, pues te llevo siempre presente en mi alma y en mi mente.
Me haces falta cuando la luna está flotando entre la obscuridad en el espacio, y al ver tu lugar en mi cama vacío, mi alma tiembla de frío, yo quisiera que estuvieras aquí, acurrucarme junto a ti, verte sonreír cuando mis caricias empiezas a sentir.
Me haces falta para calmar ésta necesidad que se va transformando en ansiedad, para colmar de amor mi alma con el calor de tu corazón, para que esté tibio mi lecho mientras beso tu pecho, para que mi pasión alimentes con tus caricias candentes besando lentamente o de manera urgente, para vivir de forma tangible éste amor que ya es posible.
Me haces falta para estar completa, eres la mitad que me complementa, yo soy noche y tu eres día, tu eres pausa y yo soy prisa, yo la sabiduría y tu la filosofía, tu el enfado y yo el regaño dado, tu eres la suave melodía que llena mi ser de alegría, me das tanto cuando estás a mi lado que no te quiero nunca de mi alejado, me haces tanta falta que no tengo calma cuando estás ausente, ya sean días o sean meses, mi alma se paraliza hasta que vuelves, hasta que estás presente....
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