Hay días en que piensas que del cielo caen rosas, todo es maravilloso, todo es esplendoroso, pero hay otros días que son una total agonía, piensas que todo está mal, que la vida es una trampa mortal.
Días en que no quieres verte en el espejo, pues temes ver tu propio reflejo, días en que te llenas de soledad, creyendo que es tu cruel realidad, días que nos sentimos tan mal que nuestra mente no deja de preguntar:
¿De qué sirve estar rodeado de personas si en tu corazón piensas que eres una broma? ¿De qué sirve que el sol se refleje en tu cara si siempre usas una máscara? ¿De qué sirve despertar cada mañana si levantarte no te da la gana?¿De qué sirve que la gente te aliente a qué disfrutes tú existencia, si para ti no hay diferencia?
Lo importante es entender que son pensamientos que debemos detener, si estamos tristes por alguna situación empezamos a abrir viejas heridas sin ninguna explicación, dejamos desangrar nuestro pobre corazón para poder llorar con mucha más razón.
Y está bien a veces soltar el dolor y sufrimiento, llorar sin parar para aliviar tú alma de ese sentimiento, pero debes de pensar que es para desahogarte, soltar todo y liberarte y después que tu llanto terminó, a la tristeza dile adiós. Hay días en que todo es normal, otros en los que de la tristeza debes escapar...
Autor original
Elvia Villarreal De León
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