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Despedidos profesores de enseñanza artística sin “cartón” para la docencia en la ENBA


Por: Sergio Álvarez


Tras el despido de varios docentes de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) no se hizo esperar el descontento entre los alumnos y las colectividades artísticas del País. La destitución de estos profesores (Delmer Mejía, Cesar Manzanares, Mercedes Dorme) responde a la falta de un título que les acredite formalmente como tales, al no haber egresado de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), a pesar de ser artístas con obra de reconocimiento.

En respuesta a lo ocurrido, el pasado 4 de octubre, Cesar Manzanares hizo público su desagrado a través de facebook, en un post que relataba lo siguiente:


A pesar de su malestar, no comparto la posición de Manzanares. Si hay algo de lo que carece la ENBA es de maestros capaces. Este problema tiene años de incidencia, y se debe, principalmente, a que parte de los enseñantes permanecen con un pie en Honduras y el otro en Rusia, a la expectativa del crecimiento o mantenimiento de su carrera artística, descuidando así su papel fundamental: el de ser maestros. Como resultado de esta dicotomía se observa un desempeño repartido a medias en ambas actividades.


Si bien es cierto que, como deja entendido Manzanares, un “cartón” no es capaz de suplantar años de experiencia, también lo es que muchos, aún con esta experiencia y conocimiento práctico, carecen de la capacidad técnico-conceptual que un egresado de la UPNFM posee. La utopía en la educación artística de nuestro país sería contar con verdaderos maestros que cumplan con ambos requisitos. Tristemente no es lo que tenemos.


Ahora, ante la pregunta ¿Cuál maestro” es mejor para la ENBA?, poniendo en tela de juicio por un lado al artesano experimentado y al otro al docente acartonado, sin dudarlo escojo al que tiene título; es quien está mejor capacitado para cumplir con su trabajo sin la distracción de la búsqueda de reconocimiento.


Personalmente, conozco a más de trescientos egresados de la ENBA, y casi ninguno tiene el conocimiento para formular un proyecto escrito de manera correcta, tampoco conocen de gestión ni de la redacción de un racional.


¿Qué significa esto?


Sencillo: no les enseñaron bien. Un aspecto tan fundamental del trabajo artístico no puede ser forjado tan débilmente. Como consecuencia de esto se ven limitadas las oportunidades tanto en el mundillo del arte como en el mundo real como profesionales.


Entiendo que la defensa de muchos hacia los maestros con recorrido proviene del amor hacia la ENBA, por nostalgia, por afinidad, por temor al cambio, por política (una gran parte también por ignorancia); pero es momento de recobrar el sentido de realidad, tragarnos el sentimentalismo y orientarnos al desarrollo de artistas más capaces, sin deficiencias profundas, que no tengan que pagarle a un curador para que les escriba el racional en los salones nacionales o en las bienales, que no tengan en invertir en que alguien más busque un significado y un nombre en sus creaciones sin esencia, cómo lo ha hecho buena parte de los egresados desde la época de Armijo hasta la fecha.

Además, es incorrecta la pluralidad en los señalamientos de Manzanares, pues en la ENBA hay docentes con título y esto no desmerita su capacidad.


Bellas Artes cuenta con maestros muy valiosos y comprometidos, entre los cuales resalta David Banegas, un hombre íntegro y cuya imagen dentro de la institución es más que indispensable para su funcionamiento, entre otros.

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