Por: Elvia Villarreal De León
En este tiempo he estado oyendo las alegrías y tristezas de un corazón enamorado.
Existen muchas historias que tienen los mismos factores, amor, distancia, obstáculos y sinsabores.
Lo curioso es que pareces estar oyendo tu situación en boca de una amiga que es de otra nación, nos separan kilómetros de distancia y sin embargo casi podría decirse que ahí estoy yo.
Ella está enamorada y su amor está a la distancia, están de costa a costa del continente, pero eso no es un inconveniente, cada noche habla por internet con su amado, hablan de todo lo que han pasado, desde lo que hicieron en el día hasta alguna que otra tontería, y cuando ya es de madrugada, empiezan a imaginar cómo será su vida, la cual estará llena de alegría, se atreven a comentar la falta que se hacen, que sólo quisieran estar uno con el otro, que todo lo demás es rutina y que eso los vuelve locos.
La única diferencia entre su historia y la mía es que ellos la mantienen viva, cada noche ella espera tomando un café a que él se conecte, esperando sus palabras con todo su amor y fe.
Al día siguiente siempre en las mañanas ella me contacta y su corazón descarga, me cuenta sus penas o sus alegrías, siempre me informa de las últimas noticias, la nuestra es una buena amistad y a pesar de la distancia me comparte su felicidad, por alguna razón del destino Dios juntó nuestros caminos, en las redes nos conocimos y de una forma extraña en nuestras experiencias coincidimos, lo mío no puede ser pero a ella le deseo lo mejor del mundo en su nuevo amanecer.
Derechos reservados
Fecha de creación 130720
Fecha de publicación
130720
México
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