Almohada
- Ecos
- 25 sept 2020
- 1 Min. de lectura

Por Tatiana Sánchez
Creo que mi almohada no nació para ser mi almohada …
Es más, creo que nunca se lo imaginó.
Casi siempre sufre mordidas
Golpes
Saliva
Lágrimas
Sudor
Sueños secos y húmedos
Pesadillas y muertes instantáneas.
Pero a veces, sólo a veces,
Habla a mi oído en clave Morse
Convirtiéndose en el eco de mis pensamientos
Y, a la vez en un universo para pensar,
Para soñar
Para enfrentarme a mí misma,
Y ella, ahí paciente me ve dormir.
Se queda conmigo y absorbe mis lágrimas.
Creo que soy yo la pesadilla de mi propia almohada.
Ella nunca pensó que le tocaría un ser tan desbaratado como yo.
Comments