Un dato importante para mantener nuestra piel en las mejores condiciones posibles es conocer cuál es su tipo, Una vez que conozcamos los tipos de piel que existen sabremos cómo cuidar nuestra piel. Existen:
Piel equilibrada (o normal).
Es un concepto amplio para las pieles equilibradas, ni secas, ni grasas, no propensa a arrugas o comedones tipo puntos negros o blancos... Tiene buen aspecto, bien hidratada, suave, tersa. También conocida como "eudermica" tiene buena tolerancia a los jabones y resiste muy bien los cambios de temperatura.
Es poco común entre adultos aunque con una buena alimentación y un cuidado diario, con una hidratante suave y jabón natural y la mantendremos en estado óptimo durante mucho tiempo.
Piel Seca
Si tienes la piel un poco apagada, con cierta tendencia a escamarse y tirante.. si, tienes la piel seca y eso sucede porque tu piel no produce la suficiente capa lipídica para protegerla de las inclemencias externas...
¡Hidratala! Pues nada mejor que los aceites y las cremas oleosas para recuperarte y jabones enriquecidos con aceites. También recomendable un tónico facial para calmar la piel antes de la crema. Y es conveniente que actúes, porque con el tiempo, vamos produciendo menos capa lípidica y se volverá cada vez más sensible, frágil y con tendencia a arrugas y otras imperfecciones.
Piel Mixta
Zonas grasas en la conocida zona T (frente, nariz y mentón), con una producción alta de sebo en dicha área y normalmente con un déficit en el resto. Puede deberse a una distribución no homogénea de las glándulas sebáceas por lo que da varias tipologías de piel.
Tratar por zonas utilizando un producto astringente como los jabones para pieles grasas en la zona T y en las zonas secas un tónico facial. Y para hidratar una crema fluida ligera que equilibre el resultado.
Piel Grasa
Zonas brillantes y poros abiertos y grandes, tu piel produce un exceso de grasa. Puede ser temporal, por cambios hormonales, medicación, estrés o también por factores hereditarios ser nuestro tipo de piel.
Bueno si no queremos tener frecuentemente la cara con puntos negros o blancos o el temido acné, conviene una limpieza en profundidad, con mascarillas, jabones astringentes, y formulaciones muy suaves como serums o fluidos nos ayudaran a equilibrar y mantener sana nuestra piel.
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